Migración

Wever-Croes: “Tenemos empatía con quienes viven en Aruba y tienen familia en Venezuela. Oramos para que Venezuela resuelva sus problemas”

La primera ministra de Aruba declaró que estudian la posibilidad de implementar un proyecto de regularización de migrantes

La continuidad del cierre de las fronteras entre Venezuela y Aruba sigue siendo un tema espinoso desde que el régimen de Nicolás Maduro tomó esta decisión en 2019.

Y todo apunta a que no será 2021 el año en el que se levante la medida, a pesar de la insistencia de los venezolanos para que eso suceda y de los propios arubeños, quienes aseguran que los precios de algunas hortalizas y frutas eran más bajos cuando se transportaban vía marítima desde Venezuela.  

En virtud de esas demandas, un grupo protestó el 29 de octubre y entregó un manifiesto para pedir a los ministros Glenbert Croes y Rocco Tjon reconsiderar la medida.

Glenbert Croes, ministro de Trabajo, Energía e Integración del gobierno de Aruba

Pero, en reciente conferencia de prensa, la primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, descartó la posibilidad de que se reactive el tránsito marítimo y aéreo en el corto plazo.

Wever-Croes remarcó un asunto que ya se había deslizado antes: el tema de la reapertura de la frontera con Venezuela es bastante “delicado”, no se decidirá en “un dos por tres” y debe ser manejado “con mucha diplomacia, control, negociación y mucha reflexión”.

La primera ministra recordó que previo al cierre de la frontera, el gobierno de Nicolás Maduro acusó a la isla de “robar” el cobre de Venezuela, lo que tensó las relaciones. Por eso mismo, insistió, una reapertura pasa por solucionar muchos temas diplomáticos y políticos de fondo. 

Wever-Croes sostuvo que, debido al difícil escenario mundial que se vive debido al COVID-19 y que golpeó fuertemente a Aruba desde el punto de vista económico,  su prioridad es seguir enfocada en la situación de la isla y en cómo revertir los daños de la pandemia.

“Pude observar el deseo de varias personas de que se abran las fronteras directas entre Aruba y Venezuela. Sin embargo, esto no es fácil. Requiere de esfuerzos diplomáticos entre ambos países y se necesitan varios acuerdos y medidas de control. Esta es la prioridad en la que debemos trabajar”, declaró Wever-Croes.

Reiteró que los gobiernos de Aruba y Curazao siguen en diálogo con las autoridades venezolanas, pero aún sin resultados concretos.  

“Una vez que se lleguen a acuerdos, el gobierno de Aruba evaluará si nuevamente se puede abrir la frontera con este país. Esta  es una decisión que no creemos que vaya a suceder rápido, pero vamos a seguir trabajando en este tema”, anticipó.

Los vuelos desde y hacia Venezuela son factibles, pero haciendo escala en otros países como Colombia, Panamá y México. Para ingresar a la isla, los venezolanos deben solicitar una visa.

El 10 de diciembre se debería tomar la decisión de si se extiende aún más el cierre de la frontera o, si por el contrario, se acuerda un levantamiento de la medida. 

Al límite

En su alocución, Wever-Croes destacó que hasta que Aruba no mejore su situación de liquidez, no puede abrirse a más inmigrantes.

Según estimaciones hechas por la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (R4V) el pasado mes de julio, para finales de 2021, habrá unos 224.000 refugiados y migrantes de Venezuela en los cinco países de la subregión del Caribe: Aruba, Curazao, Trinidad y Tobago, Guyana y República Dominicana. De acuerdo con esos cálculos, la cantidad de venezolanos en Aruba se incrementaría en 17% al término de este año. 

Wever-Croes adelantó que el gobierno de su país estudia la posibilidad de implementar un proyecto de regularización de los migrantes que están en situación ilegal, en su mayoría venezolanos.

Venezolanos y arubeños se unieron para exigir la normalización de las relaciones bilaterales

Destacó Wever-Croes que ante la alta cifra de empresas con peticiones de empleo activas que no pueden ser cubiertas por los trabajadores locales, podrían facilitar la inclusión de indocumentados una vez se regularicen.

Aunque no detalló en qué consistiría el proceso, dijo que tendrían prioridad aquellos que viven en la isla y que tienen a sus hijos estudiando.

En el mismo discurso, la autoridad isleña hizo un llamado a los nativos de Aruba a empatizar con la situación de los venezolanos y a no expresar odio en contra ellos.

“Tenemos empatía con quienes viven en Aruba y tienen familia en Venezuela. Seguimos orando para que Venezuela resuelva sus problemas internos. Solo los venezolanos pueden solucionar sus problemas. La responsabilidad del gobierno de Aruba es poner a Aruba y a quienes viven en Aruba en primer lugar, sostuvo.

Controles se intensifican

El cierre de las fronteras no ha impedido que los venezolanos sigan huyendo a la isla en búsqueda de mejores oportunidades de vida. Solo que ahora lo hacen por peligrosas y clandestinas travesías.

Este 2 de noviembre, la policía local notificó que unos 30 migrantes venezolanos ingresaron ilegalmente a Aruba en una embarcación que no fue detectada por los radares.

La lancha había ingresado por el un sector conocido como “Santana di Cacho”.

En simultáneo, los operativos policiales en distintos puntos de la isla se han intensificado, según reportes de venezolanos que habitan en la isla. Los ciudadanos afirman que las patrullas se esconden y que se estacionan sin luces para sorprender a quienes transitan e interceptarlos.

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