
COVID-19, paralización de la refinería y negociación con La Haya: las claves del gobierno de Pisas en Curazao
La nueva administración de la isla hace frente a una grave crisis económica, mientras acelera el proceso de vacunación y espera la reactivación del turismo
Consultar por estos días sobre el desempeño del gobierno de Gilmar “Pik” Pisas es un reto. Algunos voceros de organizaciones civiles y representantes políticos no quieren adelantar opiniones porque “es muy pronto”. Pero el politólogo Miguel Goede sí se atrevió a hablar con Crónicas del Caribe sobre la gestión que empezó el 15 de junio pasado. “Los márgenes para hacer cambios son estrechos”, advierte.
Goede enfatiza quea hora “hay más COHO que nunca”, refiriéndose al Cuerpo de las Reformas y el Desarrollo del Caribe, instancia que sirve para dirigir la cooperación del Reino de los Países Bajos en las islas neerlandesas. Durante su campaña electoral, Pisas se mostró en desacuerdo con el COHO y asomó la posibilidad de buscar otra fuente de financiamiento para la isla.
El fundador de la Universidad de la Gobernanza (University of Governance) de Curazao manifiesta: “Estamos sobreviviendo por el financiamiento de Países Bajos”.
El COHO tiene una figura jurídica y los gobiernos curazoleño y neerlandés deben discutir en las próximas semanas cuál será su destino. Sin embargo, Goede reconoce que es muy difícil independizarse de los Países Bajos cuando los préstamos de La Haya se destinan al pago de funcionarios públicos. Esa nación también envía ayudas para los desempleados y migrantes indocumentados. La desocupación general se ubica en 20% -en los jóvenes 42%- por la pandemia.

El cierre de la refinería Isla (regentada por Petróleos de Venezuela hasta 2019) es otro dolor de cabeza para Pisas. Trabajadores de ese complejo aún no reciben la indemnización por sus servicios. La paralización dejó a muchos trabajadores en el desamparo. Se había anunciado la reactivación, tras la firma de un acuerdo con la empresa Curacao Oil Refinery Complex BV, pero la negociación se vino abajo por la negativa de “socios brasileños” de refinar su crudo en la isla. Ahora buscan intensamente nuevos interesados.
Este revés es un duro golpe para los trabajadores de la refinería. Goede indica que desde el gobierno de Pisas aseguran que no hay liquidez para pagar los salarios caídos e indemnizaciones laborales. “Con las negociaciones en cero, los pagos no están. Es una incógnita”, expresa. El politólogo recuerda que el actual ministro de Finanzas, Javier Silvania, encontró que “no hay caja para cancelar esa deuda”.
Salud ajustada
Por la emergencia, el gobierno lanza promociones para quienes paguen impuestos en efectivo, con descuentos de 60% y 70%. “Hay mucho dinero en tributo y poca liquidez”, declara el analista, quien añade que hubo reducción de gastos médicos en plena crisis sanitaria. Por ejemplo, el Seguro Social ahora solo cubre tratamientos de fisioterapia a quienes sufrieron accidentes. Estrés u otras patologías psiquiátricas no son cubiertas.
Otro ejemplo de la reducción presupuestaria en salud está en la contratación de médicos estadounidenses para atender a enfermos por COVID-19. Requirieron los servicios de 40 profesionales, de los cuales Países Bajos cancelará los sueldos de 30 y Curazao pagará 10. “Se excedió la capacidad de las unidades de cuidado intensivo”, apunta. Y tacha de improvisado el programa de vacunación de este gobierno: “Perdieron mucho tiempo, uno o dos meses, para organizarse”.
Por la polémica sobre el antídoto al coronavirus, la directora de una ONG conversó con Crónicas del Caribe bajo la condición de proteger su identidad. Dice que la ministra de Salubridad, Dorothy Pietersz-Janca, declaró públicamente un par de veces que la vacunación es algo privado de cada persona.
“Es obvio que este gabinete tiene otro punto de vista en cuanto a la vacuna en comparación con el gobierno anterior. Tengo la impresión de que ellos entienden que la economía también es importante y que tenemos que aprender a vivir con el COVID-19, y concuerdo con eso. El señor Pisas pidió en varias ocasiones a los ciudadanos que se inmunicen”, resalta la activista social.
La dependencia de la industria del entretenimiento hace pensar en otras vías para generar recursos. Meses atrás, y aprovechando el confinamiento, se lanzó el proyecto “nómadas digitales”, para que los profesionales elijan a Curazao para hacer “trabajo remoto”.
Que aún no haya candidato para cubrir el máximo cargo en el Ministerio de Justicia es otro tema que preocupa a Goede. Tampoco nombran a un ministro de Economía. La vocera de la ONG agrega sobre el titular de la cartera económica que ya tienen un aspirante. “La anterior administración tenía una visión de cerrar la economía para evitar los contagios”, señala. Ahora se entiende que la vacunación efectiva propicia la apertura comercial.
Vuelve el turismo
En el verano boreal, los neerlandeses volvieron a elegir a Curazao como destino, y eso ayuda a levantar el turismo. Por la vacunación, recibieron más visitas. Hasta la tercera semana de agosto, 75% de la población apta recibió la primera dosis y 50% la segunda. En esa isla residen 150 mil personas. Otro dato positivo que resalta Goede: “El año escolar, con los estudiantes en las aulas, inició con normalidad”. No obstante, lamentó el déficit de educadores.
La economía cayó 20% en 2020, y en 2021 se recuperó un 4%, según datos del Fondo Monetario Internacional. El COVID-19 hizo más vulnerable a la isla. Las reformas que prometió Pisas en su campaña son más difíciles de alcanzar en este contexto. El politólogo recuerda una declaración del primer ministro, quien manifestó que no tiene margen de maniobra ante tantas presiones. “Se impone el dicho: ‘el que paga, manda’”, concluye Goede en clara alusión a la influencia de Países Bajos sobre el presente de Curazao.
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