Eliminar trabas burocráticas y revisar impuestos: claves para facilitar el desarrollo de los negocios en Curazao

El presidente de la Cámara de Comercio de la isla, Willem “Billy” Jonckheer, espera la pronta recuperación de la actividad turística, la reactivación de la refinería Isla y el levantamiento del cierre de las fronteras con Venezuela

Aunque el presente se muestra angustiante, lacerado por la pandemia del COVID-19, Willem “Billy” Jonckheer afirma que desde ya “estamos hablando de hacer a Curazao una isla para el futuro”. El presidente de la Cámara de Comercio de la isla afirma que los inversionistas están interesados en levantar sus proyectos en este territorio del Caribe Neerlandés.

El dirigente gremial señala como aspectos positivos que el nuevo gobierno del primer ministro, Gilmar “Pik” Pisas, promueve leyes para impulsar la construcción de hoteles y apartamentos, congelando la carga impositiva por un periodo de cinco años, así como para aligerar los trámites burocráticos con el fin de simplificar el desarrollo de los negocios.

“Debemos cambiar las reglas viejas y facilitar la entrega de los permisos para hacer negocios en Curazao. Eso es algo muy importante. Estamos trabajando en esta dirección. También estamos hablando con el gobierno para que los turistas puedan comprar ciertos productos sin pagar impuestos”, comenta Jonckheer.

Abrir fronteras

El portavoz de la Cámara de Comercio de Curazao resalta que la actividad turística es fundamental para la recuperación economía local, golpeada por la pandemia. Está confiado en que “el turismo se recuperará más pronto de lo previsto” y estima que en 2023 podrán registrarse las cifras que se exhibían en 2019. “Eso es muy importante para la isla porque produce muchas divisas y movimiento económico”, subraya.

Igualmente, Jonckheer apuesta por la reactivación de la refinería Isla, cuyas actividades quedaron prácticamente paralizadas tras la salida de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), y espera que en el corto plazo se levante el cierre de las fronteras con Caracas, restricción que está en vigor desde febrero de 2019.

“Existe un lazo muy fuerte entre Venezuela y Curazao, pero en los últimos seis años esta relación cambió dramáticamente. Nosotros queremos ver que abran las fronteras y que se puedan hacer negocios e intercambios con Venezuela”, enfatiza el vocero.

Apunta que el vacío dejado por la República Bolivariana está siendo llenado por Colombia, Panamá, Brasil y Costa Rica. “Son países muy importantes para nosotros, que miran a Curazao como un puerto importante para sus exportaciones. En particular, Colombia es muy importante, un mercado de 45 millones de habitantes, con una economía en crecimiento, pese a que ahora tiene problemas”, reconoce Jonckheer.

Áreas clave

El representante empresarial manifiesta que para Curazao también es importante convertirse en una referencia para las inversiones en las tecnologías de la información, dada la calidad de su conexión. A su vez, buscan expandir el puerto de Bullenbay, fortalecer su posición como centro financiero y acoger la instalación de institutos de educación internacional, con la vista puesta en América Latina. “No tendrían que viajar a Estados Unidos o Europa, podrían venir aquí a estudiar”, expone.

Jonckheer destaca entre las virtudes de la isla la estabilidad que le garantiza el hecho de ser parte del Reino de los Países Bajos. Ratificando que la Cámara de Comercio mantiene una “relación fantástica” con el gobierno de Pisas, apuesta por que Willemstad y La Haya alcancen los acuerdos sobre la ayuda económica por el COVID-19, “para que comience el cambio que necesitamos y la economía crezca”.