Política

Casi cuatro años después de que Maduro cerrara la frontera, Venezuela y Países Bajos acuerdan discutir una apertura gradual

Las partes abordarán en primera instancia la reactivación del comercio marítimo transfronterizo, y reafirman su voluntad de hacer esfuerzos conjuntos para garantizar la seguridad en la zona

Una de las imágenes del encuentro que sostuvieron este lunes 12 de diciembre la vicepresidenta Delcy Rodríguez con el embajador de Países Bajos, Robert Schuddeboom, muestra a ambos funcionarios sentados en una sala donde está una televisión pantalla gigante con la señal de la Copa del Mundo Qatar 2022.

Forzando un paralelismo entre el fútbol y la diplomacia, podría decirse que Nicolás Maduro levantó un muro supuestamente para defender su territorio. No quería que nada se acercara a su pórtico. Mientras los europeos se lanzaron al ataque, con la estrategia de la “máxima presión”. Al final, el partido duró más de 90 minutos. En realidad, casi cuatro años. Y hoy los dos equipos firman un armisticio, siempre en términos deportivos.

  

Los gobiernos de Venezuela y Países Bajos anunciaron este martes 13 de diciembre que acordaron “iniciar las discusiones técnicas para la apertura gradual de las fronteras marítimas y aéreas con las islas Aruba, Curazao y Bonaire”, según un comunicado publicado por el canciller del régimen chavista, Carlos Faría.

El proceso de apertura con las islas ABC, se inscribe en los esfuerzos de la Diplomacia Bolivariana de Paz, que se traduce en oportunidades para el desarrollo económico, social y cultural de nuestro país y su relación con importantes territorios de nuestros vecinos caribeños”, destacó Faría a través de su cuenta en Twitter.

Maduro cerró las fronteras en febrero de 2019, en el pico de la conflictividad política interna. En ese momento, no solo Países Bajos había reconocido a Juan Guaidó como Presidente encargado de la República, sino que Curazao prestó su territorio como centro de acopio para la ayuda humanitaria que la oposición trató sin éxito de hacer ingresar en territorio nacional.

Aunque el gobierno neerlandés desconoció la legitimidad del jefe del oficialismo venezolano, aclaró en esa oportunidad que el apoyo al líder de la oposición “no conllevaba la obligación legal de romper relaciones diplomáticas”, y destacó que continuaría los tratos a nivel diplomático y consular “con los representantes de Maduro porque son los que tienen la autoridad efectiva en sus manos”.

Corto plazo

En un escueto comunicado de cuatro puntos, el régimen de Caracas apunta que las partes declaran su voluntad de “acordar mecanismos de trabajo que permitan tratar de manera coordinada y fluida, los temas en las áreas de interés común, con respecto a la reactivación gradual de las conexiones marítimas y aéreas entre Venezuela y Aruba, Bonaire y Curazao”.

Sin brindar mayores detalles en cuanto a fechas, informan que tienen previsto “celebrar la III Reunión de Consultas Técnicas en Willemstad, Curazao, a corto plazo, tratando principalmente, pero no exclusivamente, el comercio marítimo transfronterizo gradual de productos”.

Por último, Venezuela y Países Bajos reafirman “su voluntad de hacer esfuerzos conjuntos para garantizar la seguridad en la frontera entre ambos países”.

El pasado 30 de septiembre, Maduro expresó: “Los gobiernos de Aruba, Curazao y Bonaire deberían estar en coordinación directa con el gobierno bolivariano de Venezuela; deberían entender la importancia estratégica de la cooperación entre el Reino de los Países Bajos  y Venezuela, porque esta es una de las rutas del narcotráfico colombiano hacia Europa”.

En enero de 2018, el régimen chavista también le pasó la llave a la frontera bajo el argumento de que en las islas operaban “mafias que se roban nuestros bienes y contrabandean impunemente materiales estratégicos que afectan severamente los servicios y la calidad de vida” de los venezolanos. 

Diálogo técnico

El ministro de Relaciones Exteriores de Países Bajos, Wopke Hoekstra, visitó el Caribe Neerlandés a finales de octubre. En medio de su gira, adelantó que su gobierno desarrollaría un “diálogo a nivel técnico” con el objetivo de reabrir paulatinamente las fronteras, resaltando que este “acercamiento cauteloso” no implicaba el reconocimiento de Maduro como mandatario legítimo.

El ministro Hoekstra con los primeros ministros Pisas, Wever-Croes y Jacobs

Hoekstra enfatizó que La Haya mantiene su preocupación sobre el estado de la democracia en Venezuela, el respeto a los derechos humanos y la emigración masiva de venezolanos a las islas.

En una visita que realizó a Curazao en septiembre, el secretario de Estado de Justicia y Seguridad neerlandés, Eric van der Burg, apuntó: “Venezuela lleva años en una profunda crisis política, económica y humanitaria. Esto es terrible en primer lugar para los 29 millones de venezolanos y, además, crea grandes desafíos para los países vecinos”.

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