Economía

Acuerdo “crudo por deuda” entre 2Bays de Curazao y PDVSA nunca se ejecutó por falta de licencia OFAC

El pacto emblemático entre Caracas y Willemstad sigue sin una sola gota de crudo entregada ni un dólar liquidado. Promesas y deudas continúan en el aire

El ambicioso acuerdo “crudo por deuda” firmado entre la Refinería di Kòrsou (RdK), ahora 2Bays, y la empresa estatal venezolana PDVSA, antigua operadora de la refinería Isla, nunca llegó a ejecutarse. Así lo confirmó Patrick Newton, director de 2Bays, durante una entrevista exclusiva con Crónicas del Caribe

El convenio estipulaba que Venezuela suministraría crudo a Curazao, el cual sería vendido en el mercado internacional. Los ingresos se repartirían en un 70% para PDVSA y un 30% para 2Bays, destinándose a amortizar la deuda venezolana con la isla. En representación de Caracas, aquel pacto fue suscrito por el exministro de Petróleo, Pedro Rafael Tellechea, quien luego fue destituido y encarcelado por su presunta participación en una trama de corrupción.

El ministro y presidente de Pdvsa, Pedro Rafael Tellechea, visitó Curazao para firmar el acuerdo

El acuerdo sigue vigente, pero nunca se ejecutó porque no contamos con una licencia OFAC”, explicó Newton. La licencia OFAC es una autorización emitida por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (Office of Foreign Assets Control), necesaria para realizar transacciones que, de otro modo, estarían prohibidas por las sanciones contra Venezuela. 

Según Newton, la licencia expiró en diciembre de 2024, y la empresa solicitó una excepción, pero la petición sigue “bajo consideración” por parte de las autoridades estadounidenses. 

El director de 2Bays reconoció que, desde el inicio, se sabía que el acuerdo con PDVSA no sería ejecutable de inmediato. 

“Firmamos con miras al futuro. Queríamos extender la licencia OFAC para poder realizar los pagos a PDVSA de la misma manera que lo hace Chevron”, explicó. 

“También pedimos que la licencia tuviera una validez de varios años, no solo anual, porque es difícil negociar bajo esa incertidumbre. Creíamos que aprobarían nuestra solicitud. Pero no ha sido así… al menos, todavía no.” 

Promesas incumplidas 

El llamado “settlement agreement” con PDVSA fue noticia de portada en diciembre de 2023, presentado como una “solución amistosa” a los litigios legales entre ambas partes, incluido un arbitraje internacional en Suiza

El primer ministro Pisas y Newton comparecieron ante el Parlamento de Curazao para informar sobre la situación de la refinería

Según lo anunciado entonces, PDVSA se comprometía a entregar crudo valorado en 450 millones de dólares durante diez años, una medida que, según el primer ministro Gilmar Pisas, contaba con la “bendición del propio presidente Nicolás Maduro”

¡Somos hermanos!”, declaró Pisas en aquel momento, destacando el gesto como un símbolo de cooperación energética dentro del Caribe. 

Además, PDVSA debía cumplir con todas las obligaciones laborales y de pensiones pendientes y proveer personal técnico para desarrollar un gasoducto que permitiría reducir significativamente las emisiones de dióxido de azufre (SO₂) de la refinería. 

En el papel 

Hoy, casi dos años después, aquel pacto emblemático entre Curazao y Venezuela sigue sin una sola gota de crudo entregada ni un dólar liquidado. 

Patrick Newton, director de 2Bays, en el acto que anunció el acuerdo suscrito con Petróleos de Venezuela

Mientras tanto, 2Bays continúa a la espera de una respuesta definitiva de Washington, y el sueño de revivir la refinería mediante cooperación regional permanece en pausa, atrapado —una vez más— entre la diplomacia petrolera y las sanciones internacionales.

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