160 días de prisión por llevar pescado y tabaco desde Venezuela
Este es el segundo caso sentenciado este año contra los intereses de pescadores y comerciantes de productos marinos arubeños, que suelen incrementar sus cargamentos con capturas efectuadas por venezolanos
Una jueza de Aruba condenó a un pescador de esa isla por lo que fue calificado como un delito aduanero, consistente en intentar la introducción de pescado y tabaco de mascar sin el permiso de la autoridad tributaria.
El hombre de 45 años de edad se presentó sin abogado en el tribunal de la jueza Mari de Werd, y presentó de viva voz sus alegatos de defensa frente a la acusación planteada por la fiscal Wilhelmina van Erp, quien le atribuyó dos conductas penalizables, una por cada mercancía que intentaba colocar en suelo antillano.
Todo ocurrió el 18 de marzo de 2020, cuando apenas comenzaban las medidas restrictivas a la circulación de personas y bienes, a propósito de la pandemia por el COVID-19.
“El día en cuestión fui a pescar con un barco venezolano. No atrapé el pez yo mismo. El trato era que obtendría 100 kilos de pescado para mí y 200 kilos de pescado para otra persona. Cuando llegué al barco venezolano solo saqué 100 kilos de pescado. Dijeron que se llevarían las cajas de tabaco. Tomé el tabaco. (…) Tenía el pescado en el bote y debajo estaba el tabaco”, relató durante la audiencia.
El trayecto del pesquero era vigilado por la Guardia Costera. Según las actas del juicio, los funcionarios de Aduanas estaban al tanto de la llegada de la nave, pues fue escoltada hasta el sector conocido como Barcadera.
Sin pagar
El problema, indicaron, fue que el pescador omitió la declaración de los 1.565 frascos de tabaco para mascar, que iban tapados por los productos marinos.
“Sé que tengo que despachar mercancías a la entrada. No declaré el tabaco. No he pagado ningún derecho de importación”, reconoció el marinero.
El funcionario aduanero que compareció durante el juicio precisó que por la importación del tabaco debían pagar 6.345 florines, unos 3.524 dólares al cambio actual.
Para sentenciar, la jueza De Werd explicó que la conducta del pescador está reñida con los supuestos de la Ordenanza Nacional de Importación, Exportación y Tránsito, que instaura un sistema de trámites y supervisión con respecto a todas las mercancías que entran y salen de Aruba, además de un sistema de gravámenes.
En el caso de las importaciones de mercancías hacia esa isla, añadió, solo se admiten tres puertos de entrada: Paardenbaai, Barcadera y San Nicolás. De acuerdo con las autoridades, el navegante tuvo que ser escoltado por los guardacostas pues, además, intentaba desembarcar la carga en un muelle no autorizado para tal finalidad.
La jueza dio al marinero la oportunidad de convertir los 160 días de prisión en un pago por cuotas que totalice 8 mil florines, unos 4.440 dólares al cambio actual.
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