Migración

Varados en Curazao solicitan el auxilio de Países Bajos para poder retornar a Venezuela

Los venezolanos afectados por la decisión del régimen chavista de suspender los vuelos humanitarios, esperan que el primer ministro, Mark Rutte, intervenga para encontrar una solución que les permita reunirse con sus familias

Pedirle ayuda a La Haya para entrar a Caracas. Ya que su reclamo no ha sido escuchado por los gobiernos de Venezuela y Curazao, los pasajeros varados en Willemstad por la suspensión de los vuelos humanitarios decidieron este 29 de diciembre enviar una carta al primer ministro de Países Bajos, Mark Rutte, para que intervenga en el conflicto y abra una vía que les facilite el retorno al país sudamericano.

“Le hacemos un llamado al gobierno de los Países Bajos, que es un país conocido en el mundo entero como eficaz en la defensa de los Derechos Humanos, a que se aboquen en la búsqueda de la solución de una problemática que nos coloca en un estado de vulnerabilidad para el que no estábamos preparados y cuya solución está muy lejos de nuestro alcance”, plasman en la misiva firmada por representantes de los pasajeros.

En el texto señalan que en total son 289 los afectados por la paralización de los vuelos humanitarios que saldrían de Curazao rumbo a Venezuela los días 21 y 22 de diciembre. El Instituto de Aeronáutica Civil (INAC) había autorizado los viajes, pero a última hora negó el permiso.

Comedor dispuesto para los varados venezolanos en el refugio de la refinería Isla

Esto ocurrió luego de que la vicepresidenta Delcy Rodríguez denunciara el 13 de diciembre que el gobierno de Países Bajos no le permitió trasladarse a La Haya, donde tenía previsto conversar con el fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan.

Los pasajeros enfatizan que tienen “ocho días esperando una solución, pero la única respuesta es un gran silencio”. Consideran que “nos hemos convertido en víctimas inocentes y desesperadas de los juegos de poder entre los gobiernos de Venezuela y los Países Bajos”. 

En febrero de 2019, Nicolás Maduro ordenó el cierre de la frontera con las islas del Caribe Neerlandés. Para ese momento, Curazao estaba siendo utilizado como centro de acopio de la ayuda humanitaria que quería hacer ingresar a Venezuela el líder opositor Juan Guaidó, quien se juramentó como presidente encargado de la República Bolivariana el 23 de enero de ese año.

Respuesta inmediata

Son cinco las peticiones que hacen a Rutte: 

  • La habilitación de los vuelos antes del 31/12/2021, o una ruta alternativa.
  • La ayuda económica para que cada uno de nosotros pueda optar por la compra de boletos en vuelos comerciales por las rutas autorizadas por el gobierno de Venezuela, y su intermediación con las agencias comerciales para conseguir los boletos.
  • La prueba PCR.
  • Una indemnización de 8 días por los gastos y pérdidas adquiridas como consecuencia de la suspensión inexplicable de este vuelo.
  • Incluir los trámites de los pasajeros refugiados y emigrantes en el SDKK (cárcel donde se encuentran 33 migrantes venezolanos a la espera de ser deportados).
Un campamento ubicado en la refinería Isla sirve de albergue a los pasajeros

En la carta describen el drama que enfrentan los varados, entre quienes se cuentan “niños, mujeres embarazadas y personas que por haber decidido regresar a Venezuela definitivamente entregaron los lugares de residencia que tenían arrendados, renunciaron a sus empleos y vendieron sus pertenencias, incluyendo las herramientas de trabajo”.

“El sufrimiento y daño causado por la falta de una acción rápida y adecuada por parte de los gobiernos involucrados es muy grande”, subrayan en la misiva.

Sin dinero para costear su permanencia en la isla, parte de los pasajeros pasan los días en un refugio ubicado en las instalaciones de la refinería Isla y resisten gracias al apoyo de la sociedad civil organizada de Curazao. El documento fue consignado ante la delegación de Países Bajos en Willemstad.

Aquí pasaron la Navidad los emigrantes que soñaban con celebrar las fiestas con sus familias

“Expresamos nuestra preocupación por los riesgos que podemos estar enfrentando frente a la amenaza del COVID-19, toda vez que el resultado de las pruebas de PCR, por el que cada uno ha pagado, ya ha caducado. Cabe destacar el desgaste físico, mental, emocional y el impacto económico que ocasionó esta situación en cada uno de los afectados”, advierten en el mensaje remitido a Rutte.

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