Curazao culpa a Maduro por suspensión de vuelos humanitarios y señala que “casi 300 venezolanos no han podido llegar a su país y se encuentran desamparados”
“Este es un impasse que se debe resolver por vía diplomática”, afirmó José Antonio Oropeza, portavoz de la Unión Panamericana y Caribeña para los Derechos Humanos
Por medio de un comunicado en el que responsabiliza al régimen de Nicolás Maduro por la suspensión de los vuelos humanitarios que partirían este martes 21 y miércoles 22 desde Curazao a Venezuela, el gobierno de Willemstad señala que “casi 300 venezolanos no han podido llegar a su país y se encuentran desamparados”.
“Lamentablemente, a última hora, el gobierno de Venezuela no autorizó los vuelos pautados para los días 21 y 22 de diciembre de 2021”, subraya el texto oficial, que agrega: “Una cantidad de pasajeros que vinieron desde Bonaire y los de Curazao, casi 300 venezolanos, no han podido llegar a su país y se encuentran desamparados”.
Representantes de los migrantes varados y miembros de la fundación Venex Curazao, que vela por los derechos de los venezolanos en la isla, tenían previsto reunirse al final de la tarde con la cónsul Marisol Gutiérrez para evaluar la situación y buscar posibles soluciones.
Varados
A pesar de la denominación de “humanitario”, los emigrantes tuvieron que pagar 700 florines por los boletos (388 dólares), así como el importe para las pruebas PCR exigidas para salir de esa isla, y también en el aeropuerto de entrada a Venezuela.
“Son venezolanos que vendieron o entregaron todo. Solo tenían lo que llevaban en sus maletas. Algunos vinieron de Bonaire, y no conocen a nadie aquí”, afirmó Jennifer Sifontes, presidenta de Venex Curazao.
Sifontes y un grupo de voluntarios venezolanos procuraron hasta horas de la noche del martes algún alojamiento y alimentación para los más necesitados. Recordó que, por medidas de bioseguridad, los pasajeros no pudieron pernoctar en el terminal aéreo.
“Nos queremos ir (…) Queremos volver a nuestro país”, afirmaron algunos de ellos en un video tomado por activistas de derechos humanos.
Según el director de la Unión Panamericana y Caribeña para los Derechos Humanos José Antonio Oropeza, los vuelos de Laser pautados para el martes fueron suspendidos, cuando ya las autoridades migratorias curazoleñas y la aerolínea habían ultimado todos los detalles.
Sostuvo que la decisión fue tomada a última hora por el Instituto Nacional de Aeronáutica Civil (INAC), en “represalia” por la negativa del Reino de los Países Bajos de permitir el viaje a La Haya de la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, quien pretendía reunirse con representantes de la Corte Penal Internacional. La situación de esta funcionaria venezolana fue conocida el 13 de diciembre.
Permisos especiales
El miércoles en la mañana, los venezolanos que intentaban retornar a su país volvieron a los alrededores del aeropuerto internacional Hato de Willemstad. Según Oropeza, se hacían gestiones a través de la Cancillería del Reino de los Países Bajos para que la suspensión no se prolongara.
Para el miércoles, estaban pautados otros dos vuelos, que respectivamente tendrían destinos en Las Piedras (estado Falcón) y Maiquetía.
La representante de Venex Curazao indicó que algunos emigrantes tuvieron que obtener permisos especiales para poder volver a su país, debido a que sus pasaportes habían expirado, se habían extraviado o iban con niños sin documentación. Cada documento costó 50 dólares.
Según Oropeza, la prolongación de esta situación puede “exacerbar los ánimos” de los venezolanos, y ocasionar un desbordamiento de la capacidad del gobierno curazoleño, ya disminuida como consecuencia de la pandemia por el COVID-19.
“Este es un impasse que se debe resolver por vía diplomática”, afirmó.
Indicó que las autoridades de la isla hacen todo lo posible para atender el problema. Sin embargo, descartó que en este caso puedan llevar a cabo el traslado por vía marítima, como sucedió en julio desde Trinidad.
Con información de Pedro Pablo Peñaloza
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