Migración

Murieron 48 personas y 11 desaparecieron en 2022 intentando llegar a Aruba, Curazao y Bonaire

En su informe anual, la Guardia Costera del Caribe recomienda una mejor coordinación con la Organización Internacional para las Migraciones

En 2022 la Guardia Costera del Caribe confirmó la muerte de 48 personas mientras intentaban entrar de forma irregular a Aruba, Curazao y Bonaire.

Esta cifra fue suministrada en el informe anual de la institución, entregado al Parlamento del Reino de los Países Bajos por la ministra de la Defensa, Kajsa Ollongren.

De acuerdo con este documento, otras once personas aún permanecen en condición de desaparecidas. El informe anual no especifica la nacionalidad de estas personas.

La ministra de Defensa visitó recientemente el Caribe Neerlandés

Entre los meses de enero y diciembre de 2022 los guardacostas detuvieron a 170 personas que presuntamente intentaban llegar a estos territorios en forma irregular, o sin documentos que les permitieran permanecer.

Según la Guardia Costera, los casos de tráfico o contrabando de personas aumentaron en 2022 con respecto al período precedente, cuando apenas se relajaban los controles implantados para impedir la extensión del COVID-19.

“El número de migrantes indocumentados encontrados por la Guardia Costera fue mayor que en 2021”, se indica en el reporte.

Sobre este particular, la institución dependiente del Ministerio de la Defensa neerlandés recomendó un “monitoreo más preciso del número de personas rescatadas en el área de Servicio Aeronáutico de Rescate (SAR) holandesa, que llegan a las islas del Caribe de forma independiente, y mueren o desaparecen”. A tal efecto, se debería estrechar la cooperación entre las autoridades y la Organización Internacional para las Migraciones.

El mismo reporte indica que en toda la cuenca del Caribe desaparecieron 287 personas solamente el año pasado. Esta cifra fue obtenida gracias a la cooperación con otras instituciones.

Monitoreo a Venezuela

En un contexto en el que la disponibilidad de recursos ha mermado, la Guardia Costera del Caribe ha intentado orientar sus esfuerzos con base en inteligencia, a veces generada por países con los que guarda nexos de cooperación.

“En 2022, la Guardia Costera se desarrolló aún más para dirigir la operación desde la información. Esta es la condición más importante para, eventualmente, operar de forma independiente. (…) La Guardia Costera aseguró aún más su posición de información en la región a través de una estrecha cooperación con los servicios y países asociados”, explica el reporte.

El intercambio de informaciones con países como Estados Unidos, Francia y Gran Bretaña permitió a los Guardacostas del Caribe incrementar los decomisos de drogas y armas de fuego.

En cuanto a los psicotrópicos, fueron confiscadas 29,4 toneladas de cocaína y 5,1 toneladas de marihuana. También quedaron en poder de las autoridades trece armas de fuego, a menudo halladas en el curso de operaciones de interdicción.

La Guardia Costera registró un aumento en el número de migrantes indocumentados

Los guardacostas hicieron especial referencia a la necesidad de mantener el monitoreo permanente a la situación venezolana, que calificaron de “inestable”.

Para el momento en que este informe anual era elaborado, avanzaban las negociaciones entre las autoridades de Aruba, Curazao y Bonaire (que engloban con la expresión “islas de Sotavento”) con el gobierno de Nicolás Maduro, a los efectos de reabrir las fronteras marítima y aérea.

Con el propósito de afrontar el desafío de la reapertura fronteriza, los guardacostas iniciaron una campaña de reclutamiento en las referidas islas. El 87,8% del presupuesto de la institución es financiado por el gobierno neerlandés. El resto se divide entre los ejecutivos de Aruba, Curazao y Sint Maarten.

Comentarios de Facebook

Artículos relacionados

Botón volver arriba