Economía

FMI: Aruba cerrará 2021 como el segundo país con más crecimiento económico en América Latina y el Caribe

La isla resurge del hoyo de una contracción de 20,5% en 2020 y apuesta por mantener el ritmo positivo para retornar a los números prepandémicos, una meta que solo será posible alcanzar en 2025, según el Fondo Monetario Internacional

Tras una reducción de 20,5% de su PIB en 2020 como consecuencia de la pandemia y una tensión considerable en el mercado laboral y en el sector empresarial, la luz al final del túnel de la golpeada economía de Aruba se percibe cada vez más cerca.

En el informe Perspectivas de la Economía Mundial difundido el pasado 12 de octubre, el FMI fijó en 6,3% el crecimiento económico en toda la región del Caribe y América Latina.

Aruba será el segundo país de América Latina y el Caribe que registrará una mayor expansión económica al cierre de 2021, con 12,8%.  El nivel de crecimiento más alto se espera que lo tenga Guyana, con 20,4%.

Le siguen en la lista a Aruba con sólidos niveles de crecimiento Panamá (12%), Chile (11%) y Perú (10%).

La primera ministra de Aruba, Evelyn Wever-Croes, junto con su colega de Países Bajos, Mark Rutte

En lo que respecta propiamente al Caribe, se proyectó una expansión del 3,3% en Barbados del 4,6% en Jamaica y una contracción del 0,1% en Trinidad y Tobago

El PIB real es un indicador ajustado a la inflación que refleja el valor de los bienes y servicios producidos por la economía de un país.En abril de 2021, el FMI había previsto una “recuperación moderada” de Aruba para 2021 en medio de riesgos “excepcionalmente altos”.

En el el directorio ejecutivo del FMI, tras debates con el reino de los Países Bajos, había previsto un crecimiento de 5% en el PIB de Aruba en el año 2021.

La economía cerrará 2021, entonces, con un crecimiento 7% superior al proyectado en esa fecha.

Optimismo moderado

En sus perspectivas económicas del mes de octubre, el Banco Central de Aruba explicó que la recuperación económica “sigue la velocidad de la recuperación del turismo después de que se levantaron las restricciones de viaje, así como la disponibilidad continua del subsidio salarial y los programas que ayudan a mantener el consumo privado”.

“Según los datos disponibles, se prevé que la economía de Aruba continúe su camino de recuperación durante 2021. Si bien se espera que aumenten las incertidumbres relacionadas con las nuevas variantes de COVID-19 y las olas de contagio persistan, el desempeño positivo del sector turístico, así como la disponibilidad de los programas de subsidios salariales están impulsando el crecimiento económico, aunque están sujetos a riesgos (a la baja). Como esbozamos en los tres escenarios utilizados por el CBA, se proyecta que el PIB real crezca un 12% por ciento en 2021, pero podría oscilar entre el 8,2 % y el 15,5%”, detallan.

El retorno de cruceros y turistas da oxígeno a la golpeada economía de la isla

El CBA (por sus siglas en papiamento) advierte, sin embargo, que la duración y profundidad de la pandemia será un factor a considerar en los pronósticos, aún en los que incluyen mejores noticias.

“El impacto de las nuevas variantes de COVID-19, las oleadas posteriores de contagio, así como las tasas de vacunación, pueden tener una desventaja significativa efectos sobre la producción”, alertan.

A juicio del CBA, el resurgimiento del sector turístico es el principal impulsor en todos los escenarios, con diferentes expectativas en cuanto a la velocidad de recuperación. Si el desempeño del turismo se comporta en los máximos esperados, se espera que el sector respalde la recuperación del consumo privado real, lo que conducirá a un aumento del consumo real.

Además, indican que la velocidad de la recuperación económica dependerá no solo de que aumenten las tasas de ocupación hotelera, sino también, de la disposición de los turistas a gastar más o menos durante su estadía  

“Esto podría significar menores ingresos por actividades turísticas, estancamiento en la recuperación del consumo y, a su vez, un rebote más débil en la producción económica. Por el contrario, si la propensión a viajar y/o gastar del visitante es mayor a lo que se supone en los escenarios, el crecimiento del PIB podría ser mayor”, explican.

Exponen también que los empleados que hayan podido mantener sus puestos de trabajo a pesar de los estragos de la pandemia pueden experimentar una “mayor inseguridad laboral y salarios más bajos”, lo que probablemente conduciría a un patrón de gasto cauteloso que impactará negativamente en el consumo privado.

Por otra parte, anticipan que el gobierno podría implementar medidas adicionales para reducir el déficit, como disminuir aún más los gastos de personal o introducir impuestos y otras medidas generadoras de ingresos que podrían ocasionar un “efecto amortiguador” sobre el consumo privado.

“Este efecto sería mayor si el gobierno no puede obtener una financiación completa de su déficit o apoyo de liquidez a corto plazo. En ese caso, podrían ser necesarias medidas estrictas y el gobierno no podría proporcionar amplia asistencia social a los grupos vulnerables y a quienes pierden su empleo”, amplían.

Además, recuerdan la volatilidad de los precios del petróleo durante la pandemia. Y sugieren que si estos caen próximamente como indican las proyecciones actuales, esto podría influir en los precios de servicios públicos locales y de la gasolina,  así como en los precios de importación de los bienes y en la tasa de inflación local.

La “normalidad económica”

El Fondo Monetario Internacional había alertado en sus expectativas económicas de abril de 2021 que los estragos económicos de la pandemia persistirán en la isla hasta 2025, que es cuando esperan que la economía alcance los niveles que mostraba antes del surgimiento del COVID-19.

El organismo internacional también proyectó que el déficit fiscal se iba  a mantener elevado hasta finales de 2021 y que la deuda pública alcanzaría su punto máximo en aproximadamente 130% del PIB, para luego empezar a disminuir.

El nuevo gabinete encabezado por Wever-Croes debe impulsar la reactivación económica

Y no es de extrañar que la economía de Aruba supere el amargo golpe pandémico de forma gradual. Apenas en 2019 estaba ganando un leve impulso después de varias recesiones que habían debilitado la actividad económica y las cuentas fiscales.

En 2019, el crecimiento económico fue de apenas 0,4%. La inflación en ese año disminuyó hasta 3,6% en comparación con el 4,5% de 2018 y la tasa de desempleo se redujo al 5,2%.

Llegó 2020, la pandemia y, con ella, la más profunda recesión económica en toda la historia de Aruba. Una de las economías más dependientes del turismo (que contribuye en cerca del 90% al PIB nacional, de forma directa o indirecta) se vio duramente golpeada por la paralización de los viajes internacionales y el colapso de las actividades económicas conexas inducido por la pandemia. El desempleo también subió a 14% en el año de la pandemia.

Flexibilización ampliada y turismo favorecido

Con casi 75% de su población vacunada, Aruba anunció una nueva flexibilización de sus medidas anticovid que comenzaron a aplicar este 17 de octubre y que permitirán seguir dinamizando la actividad económica.

El equipo de crisis gubernamental decidió extender el horario de cierre de los sectores turísticos y comerciales. En el caso de los hotels y restaurantes será extendido una hora, de 12:00 am a 1:00 am, mientras que para los  casinos cambia a las 2:00 a.m.

El número de casos en la isla se mantiene bajo control. En el reporte del 17 de octubre se reportaron solo 5 casos nuevos.

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