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Un gran huracán podría impactar al Caribe durante la temporada 2021

La temporada de huracanes en el Atlántico inició el pasado 1 de junio y se extenderá hasta el próximo 30 de noviembre, con una advertencia general de distintos entes meteorológicos de la región de América y el Caribe de que será “severa” y por “encima del promedio”

El Centro de Predicción del Clima de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) pronostica de 13 a 20 tormentas. Entre seis y diez de ellas se podrían convertir en huracanes, y de tres a cinco posiblemente en ciclones importantes de categoría 3 a 5, con vientos sostenidos de 111 millas por hora o más.

“Estas tormentas podrían traer más devastación a una región que todavía está muy afectada por las tormentas y huracanes del año pasado y la pandemia de COVID-19”, advirtió la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones UNIDAS (OCHA) en un alerta oficial emitido el pasado 31 de mayo.

Ya está definida la lista de nombres con los que bautizarán a los huracanes en esta temporada

La Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja (FICR) está prestando especial atención al Caribe de habla inglesa y holandesa, en donde varios países se han visto afectados por la erupción volcánica de La Soufrière en San Vicente y Las Granadinas. Todo esto en una región en la que el impacto socioeconómico de la pandemia es particularmente duro.

En 2021 y por séptimo año consecutivo, la formación de tormentas tropicales comenzó antes del primero de junio. La tormenta tropical Ana se formó el 22 de mayo en el noreste de Bermudas.

Uno solo

Según previsiones difundidas el 8 de abril por la Universidad Estatal de Colorado (CSU, por sus siglas en inglés), hay un 58% de probabilidades de que al menos un huracán importante impacte al Caribe durante la temporada de 2021.  De acuerdo con este primer análisis de 2021, esta temporada de huracanes será similar en intensidad a las de 1996, 2001, 2008, 2011 y 2017.

Este reporte fue ratificado en la más reciente actualización de fecha 3 de junio.

“Hemos mantenido nuestro pronóstico de una temporada por encima del promedio para la cuenca atlántica durante 2021 (…) Anticipamos una probabilidad por encima de lo normal para huracanes importantes que pueden tocar tierra a lo largo de la costa continental de los Estados Unidos y en el Caribe. Como ocurre con todas las temporadas de huracanes, se recuerda a los residentes costeros que solo hace falta que un huracán toque tierra para que sea una temporada activa para ellos. Deben prepararse lo mismo para cada temporada, independientemente de la cantidad de actividad prevista”, resaltan en el más reciente informe.

El foco de la preocupación entre las islas del Caribe Neerlandés siempre está en Sint Marteen, que en septiembre de 2017 sufrió daños devastadores por el paso del huracán Irma. Justamente ese mes es el que representa más riesgos de formación de huracanes en la zona.

El ojo del huracán Irma pasó directamente sobre San Martín, la pequeña isla cuya administración comparte Francia con los Países Bajos. Sus vientos de 185 millas por hora ocasionaron que 95% de la infraestructura quedase destruida y cuatro personas perdieron la vida del lado holandés, además de otras 10 del lado francés.

El principal aeropuerto de Sint Maarten (Internacional Princesa Juliana) también registró graves destrozos, por lo que la isla quedó prácticamente incomunicada.

Refugios listos

El huracán Gonzalo golpeó a Sint Maarten en 2014 con vientos de 85 millas por hora. Su paso causó una muerte y la destrucción de 27 botes, además de daños menores en infraestructura. En el año 2020, el huracán Laura pasó justo al sur de Sint Maarten con vientos de 45 millas por hora.

A mediados de mayo, la  Oficina de Gestión de Desastres que depende del Departamento de Bomberos (adscrito al Ministerio de Asuntos Generales de Sint Maarten) instó a los residentes a prepararse para una “activa temporada de huracanes en el Atlántico de 2021”.

Para el 25 de mayo, se habían completado las reparaciones y mejoras menores a los once refugios de la isla, actividad ejecutada con recursos del Fondo Fiduciario de St. Maarten (financiado por el gobierno de los Países Bajos y administrado por el Banco Mundial). Las reparaciones incluyeron instalación de nuevos generadores, unidades de aire acondicionado y depósitos de agua subterránea, así como reemplazo de puertas, ventanas y contraventanas faltantes, rotas u obsoletas, trabajos de fontanería y electricidad.

El gobierno también activó un registro de personas mayores, aisladas y con movilidad reducida o discapacidad para tenerlas ubicadas en el caso de que sea necesaria una intervención específica por actividad ciclónica.

Fuera de peligro

Por su parte, Aruba y Curazao se encuentran por fuera del cinturón de huracanes por su posición meridional y es muy improbable que algún huracán toque tierra en esas islas.

En el índice de islas Dow Jones, Curazao está clasificado como la isla caribeña con menos probabilidades de ser azotada por un huracán, seguida de Bonaire, Gran Caimán, Barbados y Aruba.

Por su ubicación geográfica, Curazao y Aruba tienen pocas probabilidades de sufrir huracanes

Aún así, es posible que una vez cada tres décadas puedan ser afectadas por los efectos de algún huracán en la región. Cuando hay actividad de huracanes cerca de Curazao y Aruba, se nota por la ausencia de los refrescantes vientos alisios característicos y se podrían presentar algunas lluvias moderadas.

El clima en Aruba y Curazao es semiárido tropical y caluroso, con estación seca prolongada (que abarca de enero a septiembre) y una corta estación húmeda o de lluvias (de octubre a diciembre).

El planeta se calienta

El segundo ingrediente que necesita todo huracán para formarse es el movimiento de aire caliente y frío. El calor ejerce como “combustible de los huracanes”.  Por esta razón, la formación de estos fenómenos climatológicos es inherente al calentamiento global en el planeta.

El Comité de Huracanes de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) alertó en marzo de 2021 que la temporada de huracanes se ha estado extendiendo más allá de noviembre y que el cambio climático está presionando el aumento de la frecuencia de los huracanes de categorías 3 a 5, que son los que tienen más potencial destructivo.

Crónicas del Caribe estuvo presente durante la semana del 24 de mayo en un evento de la Iniciativa Global Clinton: la sexta convocatoria de la Red de Acción sobre Recuperación Post Desastre.

Distintos expositores abordaron cómo la pandemia ha impactado la región del Caribe e indagaron en la  “amenaza interconectada globalmente” que supone el cambio climático.

Video del evento de la Iniciativa Global Clinton sobre la Red de Acción Post Desastre

Selwin Hart, asesor especial del Secretario General y Subsecretario General de Acción Climática de la Organización de las Naciones Unidas, declaró en dicha actividad que este año la región se enfrenta a crisis existenciales “enormes” tras la pandemia del COVID-19: caída del turismo, aumento de los niveles de deuda en cifras récord y presupuestos nacionales bajo una presión “tremenda”.

Además, subrayó que muchas de las regiones del Caribe están entre los 25 países más vulnerables del mundo por el cambio climático.

“El Caribe tiene una probabilidad siete veces más alta de ser golpeada por un desastre natural y de que el daño en promedio sea seis veces peor que el daño en los estados más grandes. Y vimos durante años pasados el nivel de destrucción y durante cinco años consecutivos al menos un huracán categoría 5. Este año promete ser aún más destructivo”, explicó, al tiempo que llamaba la atención sobre el hecho de que el apoyo económico a las islas pequeñas ha caído. 

Al respecto, consideró que la crisis del “covid climático” es una enorme oportunidad para el Caribe para adoptar un modelo global sostenible. “Para ello, debe haber voluntad del gobierno, la gente y que los socios internacionales sean consistentes en su apoyo a la región”, acotó.  

OPS vigilante

La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa F. Etienne, instó el 8 de junio a las autoridades nacionales y locales de los países en riesgo de huracanes a que se preparen para una activa temporada y para la “posible devastación” que puedan causar los fuertes vientos e inundaciones, advirtiendo que en el marco de la pandemia la preparación será aún más crítica de lo habitual.

“Debemos salvaguardar nuestros países y territorios contra la doble amenaza del COVID-19 y la temporada de huracanes”, dijo Etienne. “Debemos asegurarnos de que los servicios de salud estén en pleno funcionamiento para salvar vidas y proteger el bienestar de las poblaciones antes, durante y después de los huracanes. También debemos asegurarnos de que la atención de emergencia, la hospitalización, las camas de la UCI, los laboratorios y los centros de cuarentena y aislamiento estén protegidos y en funcionamiento”, se lee en un comunicado oficial publicado en la página de la OPS.

Adelantaron que trabajan para enviar suministros de emergencia y ayudar a asegurar instalaciones críticas en países de América Latina y el Caribe.

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