Un “criptosaurio” venezolano salió de Curazao por falta de apoyo y ahora instala sus granjas en Colombia
La persecución policial contra los inmigrantes y las trabas burocráticas obligaron al empresario Tito Acosta a abandonar la isla y tomar rumbo a Medellín
Tito Acosta es un empresario venezolano que salió de su país por la misma causa que la mayoría: falta de oportunidades. Siendo dueño de la compañía de señalización digital 5imedia, se vio obligado a cerrar operaciones en Venezuela para afincarse en Curazao.
En Venezuela trabajó para la cadena de centros comerciales Sambil. En sus pantallas mostraba publicidad de las marcas que hacían vida en las instalaciones de la corporación. En 2014, debido al colapso de los servicios públicos (eléctrico, sobre todo, que afectó el funcionamiento de locales comerciales), empezó a pensar en la huida.
En 2015 trabajó en Venezuela y Curazao, pero en 2016 decidió prestar servicios solo en la isla. Mantener su negocio en el Sambil de Willemstad fue un alivio. Pero en poco tiempo se dio cuenta de que no sería fácil.
Acosta indica que hubo una serie de obstáculos del gobierno curazoleño a empresarios venezolanos que trabajaban en el Sambil, y debió cerrar 5imedia.
Moneda digital
El ingeniero en Sistemas se sentía atraído por las criptomonedas desde hace un tiempo atrás. En 2010 conversaba con sus antiguos colegas sobre Bitcoin.
Tuvo la idea de crear una moneda digital, pero varios amigos suyos abandonaron el proyecto por problemas personales, y la iniciativa no prosperó.
Sin 5imedia, en 2017, buscó patrocinio curazoleño e instaló la primera granja de criptomonedas. “Fue difícil por la demanda energética. Autoridades del Banco Central de Curazao se interesaron en el tema, pero no avanzó por trabas gubernamentales”, afirma.
El experto en sistemas atribuye a su nacionalidad la negativa para desarrollar el plan financiero. Cuenta que hubo muchas estafas en Curazao “por la ignorancia” sobre las criptomonedas. Más de 100 personas fueron afectadas.
Sin embargo, “el 90% de los comercios holandeses -ubicados en Santa Rosa, Otrabanda y zona norte- aceptan este nuevo sistema de pago”, dice Acosta al referirse a las áreas de embarque de los cruceros.
Destino Colombia
Señala que en Argentina y Colombia están más desarrollados en ese esquema económico. Por eso decidió instalarse en Medellín. “La persecución policial contra los venezolanos en Curazao me tenía intranquilo, más siendo padre de adolescentes. Los trámites migratorios son unos de los más costosos del mundo”, destaca.
Ahora está muy ilusionado con sus dos granjas de criptomonedas en Colombia. “En Medellín, hasta la alcaldía está metida en ese tipo de proyectos”, narra entusiasmado. También mira a Uruguay por el acceso a la energía. “Yo no pienso en Venezuela porque no hay seguridad jurídica”, agrega.
Se identifica como un “criptosaurio”. Tiene 55 años de edad y menciona que se graduó en el año 1992 como ingeniero en Sistemas. “Yo aconsejo que ahorren en Bitcoin y gasten en Ethereum, porque la primera es más cara y se revaloriza en el tiempo y la segunda es lo contrario”, declara.
Acosta destaca que San Salvador (El Salvador) se perfile como la primera ciudad latinoamericana al impulsar la moneda digital. Y aunque habla de los engaños que padecen algunas personas que quieren hacer negocios con esta herramienta financiera en Curazao, afirma que hay organizaciones que trabajan para hacer de la isla una nación importante en la economía virtual.
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