Sint Maarten: condenan a ciudadano dominicano por el tráfico de migrantes venezolanos y haitianos
El hombre es señalado de participar en una red internacional que traslada personas de forma ilegal hasta las Islas Vírgenes Británicas y Estadounidenses
El tribunal de primera instancia de Sint Maarten condenó a cuatro años de prisión a un marinero de República Dominicana, acusado de formar parte de una red internacional de tráfico de personas.
El hombre, de 34 años de edad y nacido en la población de La Romana, esta residenciado desde hace años en Sint Maarten, y se convirtió en uno de los “sujetos de interés” de una pesquisa conocida como Albatros, referida al traslado ilegal de personas de origen venezolano, haitiano y brasileño entre las islas del Caribe Oriental, con destino en las Islas Vírgenes Británicas y Estadounidenses.
Los registros del expediente judicial indican que los hechos investigados comenzaron en noviembre de 2021 y finalizaron en abril del año siguiente, cuando el dominicano quedó en custodia de agentes de un grupo especial de investigación sobre el tráfico de personas, constituido en Sint Maarten.
Inicialmente, el fiscal Vidjin Awadhpersad también imputó el delito de trata de personas, convencido de que los individuos trasladados de una isla a otra serían objeto de algún tipo de explotación, con el propósito de pagar los altos costos de la travesía. Pero el tribunal encabezado por el juez Ronald Van Vuure consideró que este cargo no estaba suficientemente probado.
Entre las personas llamadas a testificar en este caso figura un venezolano que presuntamente formó parte de uno de los grupos trasladados a Saint John, en las Islas Vírgenes Británicas.
“Soy nativo de Venezuela. Salí de St. Maarten el viernes (21 de noviembre de 2021) a las 22:30 (…) Éramos veintiocho personas en el barco cuando salimos de St. Maarten: ocho venezolanos, siete brasileños y trece haitianos. Cuando dejamos St. Maarten, nuestro destino era St. John. Le pagamos al capitán para que nos llevara a St. John, 1.500 USD por mí y 1.500 USD por mi esposa. Le di ese dinero al dueño del barco. Nos llevó dieciséis horas llegar hasta aquí. Uno de los motores desarrolló problemas. Por eso nos llevó tanto tiempo”, afirmó en su testimonio.
El capitán del barco era, precisamente, el dominicano posteriormente enjuiciado.
Un informe de la policía en el lado francés de Sint Maarten recoge testimonios de personas que vieron a la lancha bimotor Encuentro con Delfín II partir del sector Belle Creole, cargada con unas veinte personas que habían salido de un solo edificio, próximo a la orilla. El zarpe ocurrió aproximadamente a las 10:30 pm.
Debido a la falla en el motor de la nave, fue necesario que los venezolanos y haitianos hicieran un trasbordo a otra lancha, que los llevó hasta Tortola, una isla al norte de Saint John. Allí quedaron en custodia de la policía, por entrar ilegalmente al territorio.
Se hunde el barco
La declaración del propio dominicano confirma las advertencias formuladas por autoridades de distintos países, en cuanto a las precarias condiciones en las que se lleva a cabo el tráfico de personas por las islas del Caribe.
El hombre indicó que fue contratado para hacer este viaje, presuntamente por un colombiano. No obstante, dijo que no era el capitán de la nave, sino el encargado de hacer las traducciones.
Dijo que la operación con Encuentro con Delfín II inició en septiembre, cuando fue adquirida en 19 mil dólares por la red para llevar a este grupo a las Islas Vírgenes. El propio dominicano indicó que la lancha “necesitaba reparación”. Estas refacciones fueron hechas por un individuo que lo acompañó durante el traslado de los migrantes.
En el retorno a Sint Maarten, la nave tuvo una falla catastrófica.
“Conduje el barco en el camino de regreso. Al regresar me di cuenta de que solo tenía un poquito de gasolina. Bajé a la cabaña y vi que había agua. Vi que había mucha más agua de lo habitual y que la bomba de achique no funcionaba. Al poco tiempo el barco volcó. Esto fue de noche. Pasé tres días en un barco volcado. Ya no vi a mi pareja”, recordó.
En un informe correspondiente a 2024, el Departamento de Estado de EE. UU. señaló que Sint Maarten no llena los estándares mínimos para la eliminación del tráfico de personas.
Para el momento en que este documento fue elaborado, la justicia de la isla llevaba cuatro años sin emitir ninguna condena a individuos que hayan incurrido en este delito. El juicio contra el dominicano, por lo tanto, resulta el primero llevado a cabo en Sint Maarten durante la década.
Sint Maarten no solo es punto de paso en las rutas de tráfico de personas. También resulta un destino apetecido.
“Los dueños de burdeles explotan a mujeres y jóvenes de Latinoamérica y el Caribe (…) mujeres de Haití, República Dominicana y Venezuela son especialmente vulnerables al tráfico sexual en Sint Maarten”, señala el reporte.
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