Migrantes venezolanos realizaron huelga de hambre en cárcel de Curazao para exigir respeto a sus derechos humanos
Entre los detenidos figuran ocho mujeres que denuncian haber sido maltratadas por los funcionarios locales
Un grupo de migrantes venezolanos presos en Curazao realizaron una huelga de hambre como medida de presión para exigir ser recluidos en celdas con condiciones adecuadas, el cese de las violaciones a los derechos humanos y la reubicación de ocho mujeres venezolanas detenidas.
Defensoras de derechos humanos en la isla informaron que hay 16 venezolanos en la cárcel Barak Di Ilegal, la mitad mujeres que han sido presuntamente víctimas de maltrato por parte de funcionarios de Migración.
La huelga de hambre se prolongó por cuatro días e inició en el pabellón de los hombres, donde se encontraban dos presos enfermos, uno de ellos con problemas cardíacos. La activación de la protesta buscaba captar la atención del gobierno del primer ministro Gilmar Pisas.
Los migrantes fueron socorridos por la ONG Human Rights Defense Curacao (HRDC), que denunció las restricciones contra las organizaciones veedoras de los derechos humanos en la isla.
“La privación de la libertad de los extranjeros es el último remedio para las personas que buscan protección”, declaró Ieteke Inchi Witteveen, directora de HRDC.
Deportados con escala en Panamá
Este sábado 21 de mayo se concretó la deportación de seis venezolanos (cinco hombres y una mujer) en vuelo que hizo escala en Panamá.
“No han tratado bien, todo está bien, no podemos tomar fotos y dar más detalles”, indicó uno de los expulsados a Crónicas del Caribe.
Las autoridades de la isla no han informado sobre la cantidad de venezolanos deportados. Uno de los expulsados es Felipe Hidalgo –nombre ficticio- de 38 años de edad, natural de Coro, capital del estado Falcón. Hidalgo fue detenido el pasado 12 de mayo, mientras trabajaba en una obra de construcción en Willemstad.
Como muchos otros venezolanos, ingresó a la isla vía marítima y sin pasaporte en enero de 2019. Es padre de una niña y vivía con una ciudadana curazoleña, que logró cancelar el viaje de regreso a Venezuela por una suma de 1.350 dólares.
“Yo ando muy mal, lloro todos los días, él se fue de Venezuela para sacar a su familia adelante, yo intenté dialogar con las autoridades para que no se fuera”, declaró Mary Bernardina -su compañera- para Crónicas del Caribe.
Indocumentados detenidos sin acceso
Bernadina relata que le propuso a las autoridades en materia de migración pagar una garantía para evitar la deportación de su pareja, pero afirma que lo “único que le importa a la policía es deportar a los venezolanos que ingresaron en lancha”.
“Migración se burla y te dice que Barak no es un hotel, que ellos solo necesitan un ticket para enviarlos de regreso a Venezuela”, contó.
Hidalgo tiene cálculos en los riñones y debe tomar diariamente su tratamiento para evitar mayores complicaciones. Sin embargo, los agentes policiales en Barak Di Ilegal le prohibieron acceder a sus medicamentos.
“Yo fui a entregarle su medicina y artículos de higiene, pero los funcionarios de Migración me informaron que no me iban a recibir nada, intenté hablar con el jefe de Migración pero nunca me llamaron”, narra Bernardina.
Suspendidos
Los vuelos humanitarios siguen suspendidos por el régimen chavistas desde diciembre de 2021. Casi 300 venezolanos que residían en Curazao se vieron afectados por el aplazamiento, cuando esperaban celebrar las navidades con sus familias. Algunos regresaron por República Dominicana y Panamá, a pesar de los costos. Se necesitan más de mil dólares americanos para cancelar el regreso.
El régimen venezolano informó que un total de 29.073 venezolanos han regresado a la nación procedentes de 21 países, a través de 167 vuelos y un traslado marítimo, en el marco del Plan Vuelta a la Patria. Sin embargo, las islas de Aruba, Bonaire y Curazao no figuran en el balance.
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