El drama de los balseros venezolanos continúa: 12 adultos y una bebé son detenidos al tratar de ingresar a Curazao
La fundación Human Rights Defense Curaçao denuncia que las autoridades locales no les permitieron atender a los migrantes que trataban de entrar de forma ilegal en la isla
Tres días después de que se registrara la trágica muerte de un bebé venezolano que trataba de ingresar con su madre de forma ilegal a Trinidad y Tobago, una embarcación con 13 compatriotas a bordo fue interceptada por la Guardia Costera de Curazao a tempranas horas del martes 8 de febrero.
La embarcación tipo yate identificada como Jack Sparrow y marcada con el nombre de la isla, trasladaba a seis mujeres, seis hombres y una niña de 2 años de edad.
Fuentes consultadas aseguran que los tripulantes son nativos del puerto de La Vela de Coro, epicentro de protestas a favor de la reapertura de fronteras entre Venezuela y las islas del Caribe Neerlandés. Según los testimonios recabados, la lancha zarpó desde las costas de Falcón, estado occidental de Venezuela, hacia Curazao la madrugada del lunes 7 de febrero.
Alto costo
La embarcación salió luego de la 1:00 pm desde Chichiriviche, municipio Monseñor Iturriza, al oriente del estado Falcón.
En principio, el viaje estaba programado para salir desde Tucacas, municipio Silva, a un costo superior a los 1.000 dólares por pasajero. Sin embargo, hubo un cambio inesperado por parte de los organizadores y decidieron zarpar sin ningún tipo de seguridad desde Chichiriviche, de acuerdo con la versión extraoficial.
“Mi prima venía ahí, yo estaba preocupado, venía a trabajar, a probar suerte”, narró a Crónicas del Caribe un familiar que recibiría en su residencia a una joven de 25 años.
Vivos de milagro
Según la información oficial, la embarcación presentó fallas en los motores y los agentes de la Guardia Costera al percatarse de esta situación, decidieron enviar unidades marítimas hacia el lugar. Allí encontraron a los ciudadanos venezolanos sin pasaportes, entre ellos, la menor de edad.
La embarcación zozobró en aguas curazoleñas y permaneció a la deriva durante la madrugada del martes. Con linternas y celulares móviles, los venezolanos movían sus manos para ser avistados por las autoridades.
Medios locales de Curazao informaron que al grupo de venezolanos les practicaron una prueba COVID-19 y fueron llevados a la policía de Curazao.
Pasadas las 4:30 pm del martes 8 de febrero, las seis mujeres fueron enviadas a la cárcel ubicada en Rio Canario, mientras que los seis hombres esperaban ser trasladados.
Mientras tanto, la menor de 2 años fue entregada a su padre, quien la esperaba en la isla. La madre de la infante corre el riesgo de ser deportada una vez que se reanuden los vuelos humanitarios hacia Venezuela.
Niegan acceso
Tres activistas de la fundación Human Rights Defense Curaçao (HRDC) denunciaron que las autoridades no les permitieron asistir a los venezolanos detenidos. Además, informaron que la menor de edad fue separada de su madre.
“Human Rights Defense Curaçao había habilitado un refugio seguro para la madre y su niña, pero no nos dejaron”, explicó a Crónicas del Caribe la señora Ieteke Inchi Witteveen, directora de la organización defensora de Derechos Humanos.
Detalló que algunos venezolanos se acercaron a la sede de la Policía de Curazao y fueron ellos quienes tuvieron contacto con los detenidos.
“Pensaron que la lancha se había perdido”, comentó la vocera de HRDC.
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