Economía

Empresa militar de Estados Unidos a la caza del crudo venezolano en Curazao

Los representantes de la refinería Isla aseguraron a Huntington Ingalls que Petróleos de Venezuela no tiene productos almacenados en sus instalaciones

La empresa estadounidense que repotenció las fragatas misilísticas venezolanas extendió hasta Curazao la cacería de crudo de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), con el propósito de resarcir una cuantiosa deuda que arrastra el país desde hace más de tres décadas.

Se trata de Huntington Ingalls, una de las corporaciones del complejo industrial militar norteamericano, con sede en Newport News, Virginia. En abril, Crónicas de Caribe informó sobre la iniciativa de esta firma por embargar más de 380 mil barriles de derivados petroleros que permanecen almacenados en instalaciones de la Bonaire Petroleum Corporation (Bopec).

Ahora, sus abogados intentaron un reclamo similar ante la justicia de Curazao. En este caso, el recurso exige confiscar “todo el petróleo propiedad de Venezuela”. Según sus cálculos, serían alrededor de 199.882 barriles, que permanecen en la refinería Isla y en tanques del terminal marítimo de Bullenbaai.

El terminal de Bullenbaai en Curazao. Crédito: dammers-group.com

Los recaudos consignados por Huntington en Curazao eleva la deuda venezolana a 174 millones de dólares. Tal y como se informó en este mismo medio, ese pasivo surge de los trabajos llevados a cabo en astilleros de la empresa norteamericana para incorporar tecnología de punta y hacer mantenimiento mayor a las embarcaciones F-21 Mariscal Sucre y F-22 Almirante Brión, que constituyen el puntal de la defensa marítima venezolana. Según el portal especializado Defensa.com, la última de ellas fue movilizada durante la crisis por la incursión de la corbeta Caldas en aguas venezolanas, en 1987.

Luego de tres procesos de arbitraje, en los que salió perdedor el Estado venezolano, Huntington intenta a toda costa apoderarse de commodities como el crudo, que sean fácilmente transables en el mercado internacional. Inicialmente, el pasivo fue calculado en 130 millones de dólares.

Negativa de Isla

En este litigio, Isla negó que Petróleos de Venezuela tenga algún derivado de hidrocarburos en sus instalaciones.

Huntington afirma todo lo contrario. En una carta consignada en el expediente, instaron a Isla “encarecidamente” para que admitan la existencia de petróleo venezolano en sus espacios. O, en todo caso, que expliquen de forma razonada por qué no lo tendrían.

Imagen del terminal marino de Bopec. Fuente: Pdvsa

En esta oportunidad, el juez de la corte conjunta del Caribe Neerlandés, Edward van der Bunt, optó por abrir un paréntesis, tomando en consideración que Huntington tiene un reclamo similar en Bonaire. Se convocó a una audiencia para el 17 de septiembre “por hechos simultáneos de ambas partes”.

Mientras tanto, ambos litigios permanecerán en suspenso. Pero el juez no ordenó ninguna medida con respecto al crudo que pudiese estar en la refinería curazoleña.

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