Economía

Comercio ilegal de cigarrillos surfea en la cuenca del Caribe

Las cajetillas pueden ser importadas desde lugares tan lejanos como Dubai y hacen tránsito en almacenes de puerto libre en Aruba y Curazao, para su distribución en la cuenca del Caribe, explica el director legal de la Cigarrera Bigott

El 19 de marzo, la Policía Nacional de Colombia reportó la incautación en aguas del Caribe de 50 millones de cigarrillos que eran trasladados en dos embarcaciones desde Panamá, con destino en el Golfo de Urabá.

La operación contó con la participación de los Guardacostas del Caribe y ha sido la de mayor cuantía en lo que va de año, indicó la máxima autoridad de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales de Colombia (DIAN), Lisandro Junco Riveira, no solo por el número de piezas confiscadas sino también por su valor de mercado, que sería 15 millardos de pesos colombianos, unos 4 millones de dólares estadounidenses al cambio actual.

Sin embargo, vistas en perspectiva, las cifras aportadas por el funcionario constituyen apenas una muy pequeña porción de los cigarrillos que son objeto de comercio ilegal en el mundo: 300 millardos anuales, según los estimados del Banco Mundial.

De hecho, Colombia ni siquiera es el principal destino del contrabando del tabaco y sus derivados en la cuenca del Caribe. De acuerdo con el director legal de la Cigarrera Bigott -una de las principales industrias privadas que se mantiene en Venezuela-, abogado Miguel Benzo, este espacio lo ocupan dos islas del Caribe Neerlandés: Aruba y Curazao.

La industria Bigott ha tenido que investigar lo que sucede en estas islas, toda vez que durante los últimos dos años han sido el epicentro de una creciente actividad de comercio ilegal de cigarrillos, la cual ni siquiera se detuvo durante la pandemia por el COVID-19.

“El principal proveedor de estos cigarrillos está en Paraguay”, explica Benzo a Crónicas del Caribe. Este pequeño país del Cono Sur tiene un régimen impositivo que hizo florecer a la industria del tabaco. Allá los cigarrillos apenas son pechados con 14% de su valor. En Colombia, la carga impositiva supera el 55% y en Venezuela llega al 70%.

Lo señalado por el abogado pareciera ser corroborado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA). En su último reporte disponible (2019-2020), la institución divulgó un mapa con las principales rutas del tráfico ilegal de “productos del tabaco”, que en el caso suramericano pone acento en Paraguay y en el sector conocido como la Triple Frontera. De acuerdo con el mismo gráfico, la siguiente parada se encuentra en la Guajira o en las islas del Caribe Neerlandés.

En la Guajira colombiana hay puertos artesanales que permiten recibir a embarcaciones de cierta magnitud. Desde esas costas, detalla Benzo, las cajetillas de marcas paraguayas tales como Malibú, Ibiza y Marine navegan hasta almacenes de “carga en tránsito” ubicados en las referidas islas. Allí, teóricamente, la mercancía no entra al territorio antillano ni paga impuestos. Solo un derecho por el uso de tales espacios. Es entonces cuando se hace una distribución hacia estados del norte de Venezuela, e igualmente a Trinidad y Tobago, Guyana y Jamaica.

Otros orígenes

Estados Unidos e Interpol adelantan una operación internacional para mitigar el comercio ilegal de productos derivados del tabaco. Según el Departamento de Estado, esta actividad criminal es de “bajo riesgo y altas ganancias”, por lo que muchas personas la llevan a cabo, a veces como complemento de otros ilícitos.

Los estadounidenses apuntan que el contrabando de cigarrillos puede servir para el financiamiento de actividades terroristas. En 2013, por ejemplo, fiscales de Nueva York anunciaron acusaciones contra 16 personas dedicadas a este comercio ilegal, con el cual supuestamente financiaban a la organización Hamas, la misma que mantiene un conflicto armado con Israel.

Mapa de calor de la OMA que muestra el número de veces que un país fue el punto de origen, destino o tránsito de uno o más envíos de productos de tabaco incautados

En años previos, otros casos investigados detectaron que una parte de las ganancias era utilizada para adquirir tecnología en nombre de la organización Hezbollah.

Benzo sostiene que la relativa impunidad con la que se mueven los traficantes ha propiciado una expansión del comercio ilegal de cigarrillos. Además de los producidos en Paraguay y Colombia, se han detectado exportaciones hacia la cuenca del Caribe desde China, Emiratos Arabes, Japón e India. En total, hay más de 130 marcas o denominaciones.

Pareciera que esta actividad no suscita mucho interés en las autoridades de las islas caribeñas. Un informe elaborado por el Banco Mundial y la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que entre 2010 y 2018 no hubo confiscaciones de derivados del tabaco reportadas en Antigua y Barbuda, Dominica, San Cristóbal y Nevis, y Santa Lucía. Solo Grenada y Trinidad divulgaron procedimientos aislados.

Comentarios de Facebook

Artículos relacionados

Botón volver arriba