Naufragio y tragedia: Emigrantes venezolanos iban a Trinidad sin protección ni registro
Rescatistas y militares intentan recuperar los cuerpos de unas diecisiete personas, que cayeron el viernes en aguas venezolanas al zozobrar la embarcación cerca de la Boca de Serpiente
Tres personas murieron y otras diecisiete permanecen desaparecidas tras el hundimiento de un bote peñero que hacía un viaje presumiblemente clandestino desde una localidad de Delta Amacuro, en el oriente venezolano, hacia la isla de Trinidad.
Según la gobernadora deltana Lizeta Hernández, la embarcación zarpó el jueves en la noche desde el caño La Horqueta, una localidad al norte de la capital regional Tucupita.
De acuerdo con un parte del Cuerpo de Bomberos de Delta Amacuro, la nave trasladaba a veinticuatro personas. Pero informaciones manejadas por el comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el tema migratorio venezolano, David Smolansky, indican que el accidente pudo afectar a treinta personas.
El comandante general del cuerpo de apoyo y salvamento marítimo (Casmar), vicecomodoro José Carlos González, indicó que tanto la tripulación como los demás ocupantes salieron de la localidad deltana “sin registro” o permiso de la autoridad marítima, y en su mayoría viajaban sin la debida protección de chalecos salvavidas.
“Son embarcaciones pequeñas que van generalmente con exceso de peso debido al número de pasajeros”, explicó.
Este domingo 25 de abril, el rotativo The Guardian divulgó una declaración del concejal de Trinidad, Shankar Teelucksingh, según la cual este naufragio había impactado fuertemente en la comunidad venezolana radicada en la población de Bilwah Trace (Cedros), ubicada al sur de la isla.
“Esta es la información que hemos recibido de los migrantes”, confirmó el edil en un mensaje de texto.
Aguas turbulentas
La información dada a conocer por autoridades deltanas indica que el peñero zozobró en aguas venezolanas de la Boca de Serpiente. Según el portavoz de Casmar, allí el oleaje se encrespa pues se produce un choque de corrientes. La dificultad para navegar por allí se incrementa en las noches.
Para el momento de la redacción de esta nota, siete personas habían sido rescatadas con vida: Leonardo Marín, Norberto Martínez, Reinaldo Villarroel, Alberto Monterola, Alexander Jiménez, Lazarde Salazar y Alba Sánchez, la única mujer. Todos residen en Tucupita excepto Marín, que provendría de Maturín, de acuerdo con los datos suministrados por el secretario de Seguridad de Delta Amacuro, comisario Noel Valderrama.
Hasta el domingo 25 de abril, habían sido recuperados tres cadáveres en aguas venezolanas. Se trata de un hombre, una mujer y un niño de aproximadamente cuatro años de edad.
El concejal Teelucksingh facilitó la gráfica del cadáver de un hombre no identificado, hallado en una playa de Icacos, que podría ser producto de este naufragio. Solo llevaba una franela roja y un interior o traje de baño azul.
En la búsqueda de los cuerpos participan organizaciones de rescate de Güiria (Sucre) y Pedernales, así como efectivos del Comando de Vigilancia Costera de la Guardia Nacional.
Aumentan casos
Smolansky indicó que este ha sido el cuarto incidente en el que fallecen emigrantes venezolanos que tratan de llegar a Trinidad y Tobado desde 2019.
“Llevar emigrantes a Trinidad y Tobago es muy frecuente. Yo no descarto que otros hayan naufragado y no lo sepamos. Fuentes en ese lugar me dicen que a los rescatados los tienen en una especie de detención preventiva”, afirmó.
El tiempo de viaje en una embarcación pesquera desde Tucupita hasta Trinidad es en promedio cinco horas. Pero según González, el viaje se puede prolongar tomando en cuenta el peso de la nave y la capacidad de sus motores.
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