Migración

Curazoleños presos y extorsionados en Falcón: “Nos secuestraron”

Cinco trabajadores del mar fueron capturados por guardacostas y despojados de su dinero. El caso llegó a los oídos del embajador de Países Bajos en Caracas

Cuatro comerciantes curazoleños y un venezolano que los acompañaba llevan diez meses detenidos en condiciones infrahumanas en una instalación de la Policía Nacional en el estado Falcón, luego de haber sido capturados en aguas venezolanas por efectivos del Comando de Guardacostas.

Los trabajadores del mar Genaro Thode, Evelio Evertsz, Naoki Snijders, Davidson González, naturales de Países Bajos, y Wolfang Zavala Martínez fueron apresados el 23 de marzo de 2020 cuando se dirigían a la isla Aves de Sotavento, al este de Bonaire, para adquirir un cargamento de pescado que posteriormente revenderían en Curazao.

“Salimos a buscar el sustento para vivir y ahora estamos presos aquí. A nosotros nos secuestraron”, denuncia Zavala.

Zavala añade que inicialmente los funcionarios encargados de instruir las actas del procedimiento les pidieron 200 mil dólares para no imputarles ningún delito. “Para mí, eso es bastante dinero. Yo no vendo droga sino pescado, y solo gano para sobrevivir”, aclara.

Mientras eran presionados para que pagaran, los detenidos permanecieron en un taller para lanchas en la calle Silva de Tucacas, esposados a tubos.

“Allí dormíamos en el suelo como animales. Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo”, relata Zavala.

Los detenidos fueron presentados en el tribunal primero de control de Falcón. Según el abogado Israel Martínez, defensor de Evertsz, el primer titular de ese juzgado fue destituido por corrupción, y ahora el caso es conocido por el juez Edwuar Sampayo Zuleta.

En diciembre, el juez de control ordenó el traslado de los detenidos por este caso desde el retén de la Policía Nacional en Boca del Tocuyo a la instalación de la Dirección de Investigaciones Penales de ese cuerpo en El Tuque. 

Las lanchas en las que iban los cinco integrantes de este grupo, registradas con los nombres Elsa y Alaika, permanecen en el muelle del hotel Venetur en Tucacas.

Colecta

El abogado defensor indica que los detenidos fueron despojados de todo el dinero que llevaban para adquirir el pescado, unos 25.000 dólares. Esta suma no está consignada en las actas del expediente penal.

El experto legal detalla que inicialmente fueron imputados por contrabando de gasolina, denominada “material estratégico”, aunque ambas lanchas tenían motores diésel.

Una semana después, los pescadores fueron informados de que también les imputarían tráfico de drogas, debido a que supuestamente fueron positivas las pruebas de orientación aplicadas en las embarcaciones, para la detección de rastros de sustancias controladas.

Allí no había drogas por ningún lado. Ellos saben que si hacen pruebas en barcos que andan a gasoil el resultado saldrá azul, como si hubiese drogas”, explica Martínez.

Ante la prolongación del proceso penal, agravada por la cuarentena, los comerciantes de productos marinos quedaron sin recursos. En Curazao, sus familias iniciaron una colecta pública. En esa isla, organizaciones de derechos humanos solicitaron al gobierno de los Países Bajos que se involucrara.

El embajador de los Países Bajos en Caracas se enteró por la colecta que hay en Curazao. La gente está pidieron dinero en las calles para pagar a las autoridades de aquí. Con esa colecta vino algo de presión y la prensa se interesó”, comenta el abogado.

Esta semana, Martínez acompañó a una comitiva diplomática encabezada por dos funcionarios de la embajada de los Países Bajos, que constató las condiciones en las que están los cinco detenidos por este caso, en la instalación de El Tuque.

Según Martínez, los detenidos han tenido que pagar 40 dólares todas las semanas, simplemente para que les permitan quedarse en ese retén.

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