Cuatro islas del Caribe someten a prueba su moneda digital para blindarla ante las mafias
El DCash comenzó a ser aceptado en cuatro estados del Caribe Oriental, con la idea de que se extienda a otras jurisdicciones. Por ahora, intentan detectar vulnerabilidades en materia de lavado de dinero, fraudes y financiamiento al terrorismo
Cuatro islas del Caribe Oriental comenzaron a transitar el camino para la implantación de una moneda digital (digital currency), que a la vuelta de algunos años sirva como alternativa a la utilización de papel moneda.
El DCash tuvo su lanzamiento oficial el 31 de marzo y estará un año de prueba como medio para realizar transacciones en Santa Lucía, Grenada, Antigua y Barbuda, y San Cristóbal y Nieves, informó un despacho de la agencia Euronews.
Según el Banco Central del Caribe Oriental, el DCash es una moneda emitida por esa institución, y “distribuida por bancos con licencia e instituciones financieras no bancarias en la Unión de Moneda del Caribe Oriental”. Podrá ser utilizada para “transacciones financieras entre consumidores y comerciantes, y de persona a persona, todos usando teléfonos inteligentes”.
Aunque la propia entidad aclara que no se trata de una criptomoneda, como podría ser el Bitcoin, sí es un medio de pago basado en el sistema blockchain, lo que según el consultor en prevención al lavado de dinero Ramón Rivero, incrementa las posibilidades de “auditar todas las transacciones”.
Como el Petro
Para Rivero, el DCash se asemeja al Petro, la criptomoneda venezolana, en el sentido de que ha sido lanzada y cuenta con el respaldo de los respectivos bancos centrales. Pero en el caso de la divisa del Caribe Oriental, habrá un anclaje directo y paritario con el dólar que circula en esas islas.
Uno de los aspectos que será evaluado durante el lapso de prueba es la posibilidad de que la moneda digital sea usada para el lavado de dinero y la legitimación de capitales.
Sobre esto hay una amplia historia en la cuenca del Caribe. El último reporte sobre drogas del Departamento de Estado de EEUU señala el riesgo de ocultamiento de dineros procedentes de comercios ilícitos mediante el uso de monedas virtuales en Panamá, México, Guatemala y Costa Rica.
Por otra parte, un informe de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) alerta que “existe evidencia de la utilización de criptomonedas por organizaciones criminales transnacionales de Colombia, con el propósito de transferir internacionalmente sus ganancias”.
En cuanto al tema del financiamiento al terrorismo, un documento presentado por el Grupo de Acción Financiera del Caribe (Gafic) advirtió sobre la posibilidad del uso de asociaciones sin fines de lucro, ya sea porque alguno de sus miembros esté ganado a la causa terrorista, o porque exista una deficiencia estructural en cuanto a los mecanismos de supervisión de las finanzas de la organización.
Legitimación de capitales
En enero de este año, el Gafic presentó un informe en el que refería un caso de legitimación de capitales mediante el uso de “activos virtuales”. La investigación databa de 2018 y en ella el principal encausado (no identificado en el documento), utilizó identidades falsas emitidas en Estados Unidos para abrir cuentas en dólares. Parte del dinero lavado provenía del intercambio de bitcoins, comercio de criptomonedas en línea y servicios de intercambio.
En julio de 2020, ese individuo admitió culpa por catorce cargos. Pagó una multa de 45 mil dólares y le confiscaron bienes y dinero por valor de 640 mil dólares. Sin embargo, indica el reporte, nunca se determinó con precisión el beneficio obtenido por el reo hasta el momento en que fue detectado.
En el caso del DCash, explica Rivero, la posibilidad de ocultar fondos de procedencia ilegal se verá potenciada en la medida en que los clientes no sean correctamente identificados.
“Un sistema es tan seguro como su parte más débil. Si los sistemas de identificación no se aplican correctamente, serán débiles”, apunta.
Riesgo encapsulado
Según el proyecto original, el propósito del DCash es llegar a un público que hasta el momento se ha mantenido al margen de toda actividad bancaria. De allí que no sea necesario tener una cuenta abierta en alguna entidad financiera.
Para el consultor en criptoactivos Wladimir Materán, la idea general de extender la posibilidad de acceso a los servicios financieros a la población que no está bancarizada es positiva. Añade que las entidades financieras de cada isla, así como el Banco Central del Caribe Oriental, deberán tomar las previsiones necesarias para incrementar la trazabilidad de las operaciones.
Rivero comenta que hasta el momento el DCash representa un “riesgo encapsulado”, puesto que se encuentra en fase de pruebas y ajustes.“La tendencia mundial es sustituir el cash por monedas virtuales que son trazables. El papel moneda lo puedes trasladar de un lugar a otro, y no se sabe de dónde viene. Estas monedas digitales, sí. Pero muchos negocios todavía dependen del hard cash”, afirma.
Comentarios de Facebook