
Enid de Kort, terapista del Departamento de Asuntos Sociales de Aruba: “La pandemia trajo emociones que muchas personas no saben cómo manejar”
La experta sostiene que trabajar con grupos de pacientes ofrece resultados positivos porque las personas no se sienten solas, y observan que otros comparten sus mismos retos y sentimientos
La multiculturalidad que existe en Aruba tiene rasgos muy positivos para el tejido social, pero también ocasiona diferencias, por ejemplo, en el seno de las familias integradas por distintos orígenes.
Esta realidad, donde se entremezclan ciudadanos de diversas nacionalidades, aumenta la diversidad en la sociedad e implica un gran desafío para los trabajadores del Departamento de Asuntos Sociales. La demanda de atención es mayor y las vías de apoyo se transformaron durante la pandemia.
El confinamiento trajo un incremento de los casos de violencia intrafamiliar, problemas conyugales o de otra índole psicológica. Desacuerdos entre parejas, o entre padres e hijos, así como síntomas de ansiedad, tristeza, preocupación por familiares que están distantes geográficamente y dificultades para adaptarse a la cultura en Aruba, han incidido en las solicitudes de ayuda que gratuitamente ofrece el Departamento de Asuntos Sociales, un organismo que depende del Ministerio de Justicia y Social.

Enid de Kort cuenta a Crónicas del Caribe que comenzaron a atender a más venezolanos en el servicio, aunque acudieron a cuentagotas. Para recibir la ayuda deben estar legales en el país del Caribe holandés.
“Mucha gente ahora viene porque se casan venezolanos con arubeños, venezolanos con colombianos. Por cierto, tengo que decir que ahora tenemos más experiencias con diferentes culturas porque en Aruba hay más de 100 culturas conviviendo. Al casarse comienzan a venir por problemas de pareja, de diferencias sobre la educación de los hijos, pero también por problemas de adaptación. Hay diferencias entre las culturas. Nosotros comenzamos a atender a más venezolanos, no en gran escala, pero se comienza a ver que asisten, muchas veces con su pareja”.
De Kort es terapista sistémico, ofrece terapia a familias y parejas y es la jefa del equipo de psicólogos, terapistas de pareja y psicólogos para niños de la sección de Vida y Familia del Departamento de Asuntos Sociales (Directie Sociale Zaken, DSZ, por sus siglas en holandés).
Separación familiar
“Estamos viendo a venezolanos con traumas porque han presenciado mucha violencia, han pasado hambre, han dejado a una parte de su familia en Venezuela. Están muy preocupados por sus familias y, además, cuando cerraron las fronteras se hizo más difícil visitar a sus parientes. Hay venezolanos que por años no han visto a sus familias. Otros perdieron a sus seres queridos y no pudieron ir al sepelio. Ese tipo de problemas los hemos atendido”, explica.

La terapista indica que, durante el primer año de la pandemia, 3,9% de las personas que atendieron eran de origen venezolano, lo que les convirtió en el tercer grupo de asistidos por nacionalidades. Mientras que en 2019 los venezolanos constituían el 1,7% de los pacientes que recibieron ayuda en esta dirección de DSZ. Hubo un incremento, pero no tan significativo.
En esta instancia trabajan con otras organizaciones que prestan ayuda a los migrantes venezolanos que no se encuentran legales en la isla, aunque no es una acción frecuente.
“Hubo muchas peticiones de comida durante la pandemia, en la primera línea de Asuntos Sociales, donde están los trabajadores sociales. Bastante gente se acercó para solicitar apoyo con comida. No es nuestro grupo directamente, pero son nuestros colegas que trabajan con esos casos”.
Los problemas más frecuentes
Enid de Kort comenta que eran frecuentes los problemas de pareja que influían en el comportamiento de los niños en Aruba. Pero no solo esas dificultades son las que atienden con regularidad.

“Desde la pandemia pareciera que hay más problemas. Mucha gente viene con ataques de pánico, tienen mucho miedo, se sienten encerrados, solos, problemas en el trabajo por asuntos financieros porque la pandemia hizo un impacto grande en esa área. Muchos no pueden pagar las cuentas del mes y eso se convirtió en una acumulación de problemas diferentes. Por eso trabajamos mucho con lo sistémico: familias, niños e individualmente”.
Todos los casos que asisten por terapia tienen que ser referidos. Ahora muchos doctores de casa y trabajadores sociales de escuela envían a más personas a este departamento, pues necesitan ayuda.
“La pandemia trajo mucho estrés y emociones que muchas personas no saben cómo manejar”, añade.
“Hemos ofrecido mucha información a través de charlas y cursos para reforzar a la gente en lo bueno, en lo positivo”.
Incrementar la creatividad
Enid de Kort adelanta que en 2022 planean trabajar para incrementar la creatividad. Ya en 2020 tuvieron que reinventar la manera de prestar apoyo a quienes lo requerían porque no podían atenderles de forma presencial.
En aquel momento decidieron colocar una línea telefónica exclusiva para dar el sostén psicológico que era tan demandado, a través de llamadas o video llamadas. “La atención a personas que necesitan ayuda se transformó durante la pandemia en Aruba”.
Luego, cuando la pandemia lo permitió, empezaron a reunir grupos de pacientes con situaciones similares para darles asistencia compartida. Paulatinamente, los grupos crecieron y tienen como objetivo ampliarlos, tanto los de adultos como los de jóvenes.
“Esto nos ha resultado muy positivo. Ya teníamos cuatro grupos de personas, hombres y mujeres, y va muy bien. Tenemos ahora un grupo de adolescentes para trabajar aspectos como la ansiedad de los jóvenes y la autoestima. Además, tenemos un grupo de adultos con mucha ansiedad, de manera presencial”.
“Nuestra experiencia es que ha sido muy positivo, permite interactuar y las personas sienten que no están solas, que hay otros con los mismos retos en la vida y ello refuerza mucho, por eso queremos seguir trabajando en grupos”, afirma.
Comentarios de Facebook