Condenan a venezolano que llevó armas y droga a Curazao

El hombre argumentó en su defensa que llevaba una bolsa que le entregó un amigo y que desconocía su contenido

Un venezolano fue condenado a 36 meses de prisión al ser responsabilizado por el intento de introducir a Curazao varias armas, municiones y un alijo de marihuana.

Este hombre fue el único detenido el 15 de noviembre por el procedimiento con la lancha Expomar, que cubría el trayecto entre el puerto de La Vela (Falcón) y el muelle Grote, ubicado en el distrito Sharloo de la capital Willemstad. Los medios falconianos lo identificaron con las iniciales Y. G.

El procedimiento fue llevado a cabo por agentes de la policía local, a partir de las 11:30 am del referido día. La embarcación había zarpado con ocho ocupantes, así como hortalizas y equipajes de encomienda. En el punto de llegada, debía practicarse un procedimiento aduanero.

“Pregunté a los miembros de la tripulación del barco (…) si llevaban consigo bienes personales que debían declararse para su importación. Fui contactado por un tripulante quien me informó que había recibido dos maletas en Venezuela para ser entregadas a una tercera persona y que una se encontraba en cubierta y la otra en la bodega de carga de la motonave”, declaró un oficial curazoleño, de apellido Ricardo.

Mientras se hacía la revisión de los equipajes, un acompañante del funcionario, el oficial Parris, detectó algo irregular en una bolsa amarilla de nylon, usada para compras en supermercados.

“La bolsa de la compra tenía varios pasteles. Entre dichos pasteles tenían una bolsa de plástico blanca que no parecía normal. Según Parris, el paquete encontrado estaba envuelto con papel de aluminio transparente y algunos portacartuchos estaban llenos de cartuchos”, reza uno de los informes policiales, ventilados durante el juicio efectuado el 16 de febrero en el tribunal de primera instancia de Curazao.

Este hallazgo ocasionó que los uniformados hicieran una inspección más detallada de lo que se pretendía introducir en la isla.

Encontraron tres pistolas Glock de distintos modelos y calibres, así como una Beretta Px4 Storm, calibre 9 x 19 mm, como la utilizada por los cuerpos policiales venezolanos. De igual forma, fueron incautadas once cacerinas y 105 municiones de distintos calibres y marcas, aparentemente destinadas para la utilización en esas pistolas.

Igualmente, en la misma bolsa fueron encontrados tres paquetes tipo ladrillo, cada uno con aproximadamente un kilo de marihuana comprimida.

¿Amigo?

El marinero venezolano no tuvo otra alternativa que asumir la responsabilidad por el traslado de los equipajes. En su descargo, dijo desconocer lo que contenían.

“Es cierto que transporté la bolsa de compras con su contenido desde Venezuela a Curazao para entregársela a una persona de aquí”, declaró ante las autoridades.

En la inspección de laboratorio, se detectó que una de las pistolas Glock, modelo 17, tenía un selector de tiro modificado para que hiciera disparos de repetición. Debido a ello, los fiscales imputaron al marinero venezolano por el contrabando de una ametralladora.

La calificación suscitó una discusión sobre las características de este tipo de armas. Finalmente, el juez Jorgen Snitker desechó la imputación agravada, aunque mantuvo la del contrabando de armas.

El abogado defensor Roy Gonnet reiteró en audiencia que el tripulante de la lancha Expomar desconocía el contenido de los equipajes que entregaría en la isla.

“Él trajo la bolsa desde Venezuela como un favor para un amigo y no fue quien puso estos artículos en la bolsa y no recibió la bolsa él mismo”, afirmó.

Pero el juez desechó este argumento a la hora de sentenciar.

“Al llevar la bolsa de compras de Venezuela a Curazao sin investigar primero su contenido, el sospechoso al menos aceptó conscientemente la gran posibilidad de que la bolsa de compras pudiera contener objetos ilegales (armas de fuego, municiones y narcóticos) y que la transportara de Venezuela a Curazao. El hecho de que el sospechoso no se hubiera apoderado él mismo de la bolsa de compra debería haberle dado motivos suficientes para someterla a una inspección minuciosa”, razonó.

Eventualmente, el peñero y los pasajeros pudieron retornar a Venezuela. Según medios falconianos, las personas fueron interrogadas por la Guardia Nacional, y la nave retenida.