Gobierno de Aruba suspende temporalmente introducción del IVA, mientras busca fórmulas para paliar la crisis
Primera ministra Wever-Croes hace un llamado a la oposición y advierte que la política barata no contribuye a resolver los problemas de la isla
El impuesto sobre el valor agregado (IVA) que sería introducido el 1 de enero de 2023 como parte de la reforma tributaria queda temporalmente suspendido, anunció la primera ministra, Evelyn Wever-Croes, durante una conferencia de prensa extraordinaria que se llevó a cabo la tarde del jueves 18 de agosto.
Acompañada del ministro Ursell Arends, la mandataria explicó que la decisión fue tomada por unanimidad con el Ministerio de Finanzas, tras sostener varios diálogos con el Departamento de Impuestos y delegados del sector comercio sobre el impacto inflacionario y comercial que podría producir poner en marcha el IVA en este punto.
“Hemos evaluado el efecto inflacionario del IVA (BTW, por sus siglas en neerlandés) y considerando la guerra en Ucrania y sus consecuencias para Aruba, hemos llegado a la conclusión de que no es prudente introducir el BTW, con una tasa variable de entre 6 y 14 %, el 1 de enero de 2023 como se había planteado inicialmente”, precisó Wever-Croes.
Aumento de impuestos sobre ventas (BBO)
No obstante, la mandataria destacó la necesidad financiera que persiste en la nación arubeña y que requiere ser solventada de una u otra manera. En este sentido, el gobierno establece en lugar del IVA o BTW un aumento de entre 1 y 1,5 % en los impuestos sobre ventas (BBO, por sus siglas en neerlandés), a lo que hoy se aplica una tasa del 1,5 %.
“Con base en cálculos realizados, se estima que el impacto por la introducción del IVA sería cuatro veces mayor que el que pueda producir el aumento del BBO”, indicó la mandataria.
Sin embargo, al mismo tiempo, el gobierno planteó compensar el aumento de los tributos sobre ventas con importantes reducciones en la recaudación de impuestos a pensionados, así como también en la tasa de rentabilidad de empresas.
Retos económicos
La primera ministra señaló la pandemia como la principal razón que hoy paraliza la economía de Aruba, a lo que se suman los efectos secundarios de la guerra en Ucrania, las alzas de costos en importaciones a causa de los precios del crudo y de la gasolina internacional, y los precios del petróleo y del gas. Además, Países Bajos afronta la mayor inflación de los últimos 50 años, mientras que en Estados Unidos se habla de una posible recesión económica.
Con un escenario económico muy complicado, Aruba enfrenta otro reto: el endeudamiento del país con La Haya por una suma de 900 millones de florines (515 millones de dólares americanos). Para abordar la delicada situación, el gobierno busca intensamente distintas alternativas para reducir los gastos públicos, a la vez que centran su atención en la recolección de aranceles nacionales.
“Aruba necesita de todos, diputados, oponentes políticos, gremios, etc. Estamos atravesando la segunda crisis más sombría e incierta que el mundo ha enfrentado. Por lo tanto, la política simple, la política barata no contribuye al desarrollo y progreso de Aruba. Requerimos de soluciones y juntos podemos trabajar por un futuro mejor para nuestro país”, finalizó la primera ministra con un claro mensaje dirigido a la ciudadanía y a la oposición.
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